Me parece tan precoz el futuro
y el pasado tan cercano al presente
como si no hubiera mañana
y el ayer se repitiera constantemente.
Como si al decirme adiós
el tiempo se detuviera
y las manecillas del reloj hubieran
dejado de marcar los minutos
esperando a que tú volvieras.
Vivo en el ayer ahora
esperando que ahora, mañana,
vuelva de nuevo al pasado
y en el pasado, el presente
llegara como un futuro lejano.
Deseo otra vez contigo
de la mano tomarnos, a solas
y a solas acariciarnos
besándonos la mirada
y mirarnos con el alma.
Abierto el corazón, enamorada,
decirte cuánto te amo
y habré de amarte por siempre
correspondida a tu mirada
en mi mirada, mirándonos
con estos ojos en cuya iris refleja
tu sonrisa al mirarme enamorada.
A solas, cuando sentada
llorando en la penumbra de mi recámara
con la oscuridad a cuestas
tu sombra me encuentra
perdida entre tinieblas
Y éstas lágrimas me inundan
y me ahogan la garganta
gritando tu nombre entre el silencio
recuerdo en el vacío
de mi corazón ausente
extirpando un dolor
que como cáncer se extiende
y nunca muere.
sábado, 7 de marzo de 2009
jueves, 19 de febrero de 2009
Bosque encantado
Encontrábame perdida
cielo nublado y un oscuro camino
jugaba con mi cabello el viento frío,
y las hojas secas formaban remolinos
entre sombras, hierbas y árboles caídos
adornadas con humedad y rocío.
Encontrábame llorando
por tu ausencia resentida y el olvido ansiado;
dejábame el viento oír tu voz, lejano,
acariciando tu silueta entre memorias perdidas
besándote los labios, los ojos, sangrando,
extrañándote mil veces, mil vidas llorando.
No dejábame el viento a solas
más bien acompañábame, loca,
entre suspiros invocando a tu alma
sobre un tronco hueco de un árbol, sentada,
murmuraba tu nombre, llorando, a escondidas
que derrumbado sobre lodo, yacía.
Cansada, con los pies de frío amoratados
de caminar en mi bosque maldito, encantado,
con las uñas sucias de tierra, negras,
enterrando tu recuerdo en el pasado
cuando tu corazón tenía y en silencio nos amábamos,
el amor, como el tiempo, se largó volando.
Huyó mi corazón por tu ausencia maldita;
huyó mi corazón, dejándome vacía,
y con tu fantasma, llorando hiel, me encamino
en este bosque muerto y con el viento frío
vagando por las noches, suplico,
que mi recuerdo en tu memoria quede poseído.
cielo nublado y un oscuro camino
jugaba con mi cabello el viento frío,
y las hojas secas formaban remolinos
entre sombras, hierbas y árboles caídos
adornadas con humedad y rocío.
Encontrábame llorando
por tu ausencia resentida y el olvido ansiado;
dejábame el viento oír tu voz, lejano,
acariciando tu silueta entre memorias perdidas
besándote los labios, los ojos, sangrando,
extrañándote mil veces, mil vidas llorando.
No dejábame el viento a solas
más bien acompañábame, loca,
entre suspiros invocando a tu alma
sobre un tronco hueco de un árbol, sentada,
murmuraba tu nombre, llorando, a escondidas
que derrumbado sobre lodo, yacía.
Cansada, con los pies de frío amoratados
de caminar en mi bosque maldito, encantado,
con las uñas sucias de tierra, negras,
enterrando tu recuerdo en el pasado
cuando tu corazón tenía y en silencio nos amábamos,
el amor, como el tiempo, se largó volando.
Huyó mi corazón por tu ausencia maldita;
huyó mi corazón, dejándome vacía,
y con tu fantasma, llorando hiel, me encamino
en este bosque muerto y con el viento frío
vagando por las noches, suplico,
que mi recuerdo en tu memoria quede poseído.
sábado, 14 de febrero de 2009
Siniestra Dríada
Búscame entre las sombras de tus pesadillas,
entre los sueños malditos de tu mente retorcida;
la risa perversa de una bruja herida
será el gurú que te guíe hacia mi guarida.
Búscame entre los lamentos y el llanto
de un corazón destrozado y un alma vencida;
guíate por los charcos de sangre regados
este sendero te llevará a mi castillo embrujado.
Escucha la voz que entona el canto
de una canción suicida mientras cae un rayo
al suelo que se parte en dos por el sonido
del su majestad El Diablo, sus estribillos
y su corte, maligna, como público de la miseria
del concierto eterno dentro de mi cabeza
escuchando Black Metal, leyendo entre líneas
del maestro Sade todas sus porquerías.
Me encontrarás levitando sobre el suelo
con las pupilas dilatadas y la mirada perdida;
la luna como testigo de estas letras
y de los huesos que sostenían mi piel, muerta.
Atendiendo el sonido de tus pasos
giro las pupilas inyectadas con sangre;
te descubres atrapado, poseído, condenado
a placer diabólica tu castigo, encantado:
De mis penas sufridas, sentirás
el dolor por tus venas correrá,
entre quejidos y gritos, tu final,
y con súplicas rogarás tu libertad.
entre los sueños malditos de tu mente retorcida;
la risa perversa de una bruja herida
será el gurú que te guíe hacia mi guarida.
Búscame entre los lamentos y el llanto
de un corazón destrozado y un alma vencida;
guíate por los charcos de sangre regados
este sendero te llevará a mi castillo embrujado.
Escucha la voz que entona el canto
de una canción suicida mientras cae un rayo
al suelo que se parte en dos por el sonido
del su majestad El Diablo, sus estribillos
y su corte, maligna, como público de la miseria
del concierto eterno dentro de mi cabeza
escuchando Black Metal, leyendo entre líneas
del maestro Sade todas sus porquerías.
Me encontrarás levitando sobre el suelo
con las pupilas dilatadas y la mirada perdida;
la luna como testigo de estas letras
y de los huesos que sostenían mi piel, muerta.
Atendiendo el sonido de tus pasos
giro las pupilas inyectadas con sangre;
te descubres atrapado, poseído, condenado
a placer diabólica tu castigo, encantado:
De mis penas sufridas, sentirás
el dolor por tus venas correrá,
entre quejidos y gritos, tu final,
y con súplicas rogarás tu libertad.
viernes, 16 de enero de 2009
Sepulcros a media noche
Dedicado para MDk
A la oscuridad de la noche fríacon la luna llena, en un cielo nublado
y la voz de un viento impetuoso
acompañado del polvo que cubren
los sepulcros de mis sueños pasados
frustrados.
Caminando entre las tumbas
de un bosque olvidado,
entre hierbas crecidas y seco pasto
proyectadas las sombras de los árboles lucían;
viejas las pasiones e ideales, enterradas
en cada una de sus criptas.
Mis penas vencidas
a su tiempo, formaron el espíritu;
los límites y obstáculos a capricho, injusto,
me hundieron, mostrándome desvanecida,
quebrantada, con el alma roída,
arrastrada, con mis sueños vueltos ruinas.
Y agachando la vista, por debajo salí
con la mirada ahogada entre lágrimas;
tomé con las palmas fragmentos de mis ruinas
derrumbadas, y con luz de luna me guiaba
para comenzar de nuevo y mi sueño
reconstruir, entre el llanto,
el origen perverso.
Piezas entre escombros han quedado perdidas,
irreconocibles, marchitas, pero,
con sorpresa atractiva
encontré los refuerzos para mi voluntad, vencida,
y luego reconstruida
y luego, vengativa.
Visitando los sepulcros a media noche
de mis sueños y de mi espíritu caído, admiro,
lápidas de aquellos enemigos,
adversarios necios y de amigos rendidos
ansiosos por la victoria, jamás complacidos,
derrotados, enterrados y escupidos
entre las ánimas de un camposanto poseído.
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